El motor de hidrógeno
La alternativa al eléctrico: el motor de hidrógeno
Hoy vamos a conocer una opción ecológica que puede servir como alternativa al motor eléctrico: el hidrógeno.
La investigación sobre una tecnología que pueda utilizar este gas de forma eficiente en la automoción es uno de los campos más prometedores en este sector.
El hidrógeno es el elemento más común del universo y, aunque no se encuentra de forma pura en la naturaleza, es virtualmente inagotable, y se puede obtener por diferentes vías.
Dado su poco peso en relación a su volumen y a su gran rendimiento energético se postula como un gran candidato a competir con el motor eléctrico.
Vehículos con pila de combustible (FCEV)
La gran mayoría de vehículos disponibles en el mercado funcionan con una pila de combustible. Funciona captando oxígeno de la atmósfera y combinándolo con hidrógeno a alta presión. La reacción química producida por la combinación de estos elementos es la generación de electricidad y vapor de agua.
Esta reacción química permite funcionar a estos vehículos de forma similar a la de los motores eléctricos haciendo que expulsen únicamente vapor de agua.
Por consiguiente, es probable (dependiendo del origen del combustible) que la huella ecológica sea prácticamente nula en cuanto a su funcionamiento se refiere.
Ventajas/Desventajas
Aunque esta tecnología es muy prometedora, hay ciertos aspectos que hacen que a día de hoy no sea la más atractiva del mercado.
Por un lado, sus precios son realmente elevados, y además las estaciones de servicio son muy escasas en España.
Por otro lado, al contrario de los vehículos eléctricos el tiempo de recarga es muy corto (apenas 5 minutos).
Además, como hemos comentado anteriormente, son coches que apenas producen contaminación, por lo que la DGT le otorga la etiqueta CERO, con todo lo que ello implica.
Vehículos con hidrógeno caliente (H2-ICE)
A día de hoy los motores propulsados con pila de combustible dominan el mercado de los motores de hidrógeno.
Aún así, grandes marcas investigan en otra dirección con un gran potencial de crecimiento: el hidrógeno caliente.
Muchos creen que esta tecnología será la salvadora del motor de combustión interna.
Lo que se pretende con el motor H2-ICE es adaptar los motores tradicionales utilizando el hidrógeno como combustible.
Para ello, los principales cambios se han de dar en la inyección, en el encendido y en el depósito, que ha de estar preparado para almacenar hidrógeno.
Algunos ingenieros creen que el motor Wankel es el que mejor se adapta a este combustible.
Ventajas/desventajas
A los amantes de la conducción tradicional este vehículo les encantará, pues sonará como un coche de gasolina.
Aún no hay automóviles en España con motor H2-ICE.
Por lo tanto, queda mucho por desarrollar para poder ser una alternativa real, pero algunas marcas ya lo están probando en competición.
Aunque mínimas, este motor produce algunas emisiones (óxidos de nitrógeno), por lo que la DGT le otorga la etiqueta ECO, no la CERO.
Con todo lo expuesto, podemos decir que, aunque los motores de hidrógeno parecen tener un gran futuro aún les queda camino para plantar cara a los motores eléctricos. Esperamos las noticias de una tecnología pensada para mejorar el mundo.
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